lunes, 10 de mayo de 2010

MANUEL PÉREZ CASTELL SELECCIONA SU GANADOR

Bueno chicos, todo tiene su final, para bien y para mal. Aquí os dejo el primero de los fallos del jurado, el de Manuel Pérez Castell. Por enésima vez le agradezco en público (como también lo he hecho en privado), su desinteresada y honesta colaboración. Precisamente el otro día le comentaba a los "alumnos-pricipitos" (ellos saben lo que son), la necesidad de respetar a los que se preocupan por los demás. Así que, mi más profundo respeto hacia Manuel Pérez Castell, que pudiendo hacer otra cosa, o no hacer nada, decidió involucrarse en este proyecto y ayudarnos.
Y enhorabuena a la primera ganadora, y a todos los que participando en esto hayan aprendido algo.

MANUEL PÉREZ CASTELL
Los comentarios que me habéis permitido leer son comienzo de imposibles conversaciones. Sin embargo, seguir hablando sería necesario, mientras, en todo caso, cada cual trazamos el dibujo de nuestra nostalgia de porvenir. He leído comentarios de 50 adolescentes actuales a viejos filósofos. Siendo el más joven de los comentados Habermas, de él el consejo, que no está lejos del viejo Protágoras, quien afirmó que el ser y el no ser, la verdad y la bondad incluso, eran decididos por la asamblea, por la palabra en asamblea, que creada en libertad, convoca a quienes se pretenden dilucidar sobre el ser, o lo bueno o se preguntan qué es verdad.
¿Rebeldes o dandis? Es el dilema platónico, que Eduardo Lozano resuelve a favor de la rebeldía camusiana. En la ciudad moderna, ¿cómo hacemos convivir la facilidad que nos presta para el necesario anonimato con la ancestral y también necesaria pertenencia a una tribu o familia o lugar? Gema Sánchez, al comentar a Aristóteles nos deja en la ciudad “sólo solos” e Irene Hernández nos invita a dialogar en las redes sociales. Una reflexión necesaria para comprender la historia es preguntarse no sólo por el poder del Estado, sino también por el poder divino, como lo hace, con su navaja, Ockham y Belén Martínez resuelve apostando por el laicismo. El Maquiavelo del Príncipe, tal vez Fernando de Aragón, rebela a Gema Sánchez contra el pragmatimo y a Sandra García le hace maridar Ética y política. María José Fernández habla del ir de las ilusiones, los sueños, las apariencias a la verdad y de todo ello deduce con naturalidad que somos capaces hasta de inventar, es decir, de pensar, al igual que lo dedujo Descartes, afirmando su existencia. Los adolescentes comentaristas de estos textos, cuando comentan a Spinoza lo hacen conscientes del malestar de la democracia, desde Eduardo Lozano, para quien la democracia es opio del pueblo, Loli Moreno que no le aventura ventura a Spinoza redivivo, a Miguel Sánchez, desconfiado de los procesos electorales, a Jesús Cuevas, críticodel sistema escolar por sistema precisamente. Gema Sánchez propone más educación para más democracia, coincidiendo con Ángel Gabilondo. Convendría recordar que el principio kantiano de afirmar la dignidad personal por encima de todas las cosas no nace de su experiencia existencial, sino de su creativo pensar: no le servirían de ejemplos la violencia de género, a decir de María José Fernández y Javier Meneses; ni la educación de los hijos, según Alba Sáez; tampoco la guerra de Irak, dice Miguel Sánchez y la contradicción a la moral kantiana Ruben Rueda la encuentra en la nefanda realidad de los niños soldados. Y, sin embargo, la libertad, la dignidad personal es incuestionable derecho personal. En un sistema en el que los estudios alienan, amén del trabajo; un sistema consumista, que según Marx todo lo transforma en dinero, Beatriz Escribano nos hace volver a la rebeldía por la que Eduardo Lozano nos alentaba en su comentario sobre Platón. Nietzsche sugiere a Irene Hernández el basta ya de la mujer; María José Fernández nos hace caer en la cuenta de que el recorrido en la vida real es de sentido contrario a como se describe en este texto de Zaratustra: primero nos domina el juego de la infancia, seguido de la rebeldía adolescente y finalizamos con el atavismo de la vejez. Marta García hace un recorrido aristotélico de la alegoría nietzscheana: Dictadura, Democracia y ¿Acracia? En todo caso, pese al escaso diálogo que se aprecia, incluso en el parlamento, que por definición debiera ser palabra dialogada, nuestros adolescentes estudiantes de la filosofía atisban posibilidades, porque fue del diálogo de donde nacieron las grandes instituciones que nos previenen de la guerra, como la Organización de las Naciones Unidas, que cita Beatriz García. Cincuenta finalistas, coordinados por el Profesor Cuevas, han participado en un interesante diálogo. Enhorabuena.



Escalafón
Eduardo Lozano Platón
Gema Sánchez Aristóteles
Belén Martínez Ockham
Sandra García Maquiavelo
María José Fernández Descartes
Gema Sánchez Spinoza
Rubén Ruda Kant
Beatriz Escribano Marx
Marta García Nietzsche
Beatriz García Habermas
Por doble nominación, si sólo fuese 1 entre 50:
Gema Sánchez
En Albacete, 9 de mayo de 2010-05-09
Manuel Pérez Castell

4 comentarios:

  1. Bueno...supongo que todo se ha acabado, pero la verdad es que me quiero dar el último capricho de comentar en Patapollo. Creo que este concurso por lo menos en lo que concierne a mi, ha marcado la vida de algunos, no solo he aprendido a criticar, razonar y a determinar las cuestiones desde una posición mas madura y objetiva sino que he aprendido que me quedan muchas experiencias por aprender, que esto solo es el principio de una vida llena de obstáculos con los que pelear, he aprendido tantos autores y sus teorías que creo que he sabido coger de cada uno los valores que mas adecuados me han parecido a mi. Me han enseñado poco a poco el poder de la palabra, de la cultura, del saber, del luchar, del conocer, del valorar, del respetar y tolerar…
    He descubierto que no somos tan ignorantes como nos quiere hacer nuestra sociedad, que todo se consigue con el esfuerzo, la constancia y el querer aprender.
    He tenido el placer de poder participar en este curso que ya acaba, considero que ha sido algo agridulce, pero al fin y al cabo me quedo con lo mejor de él y la gente que me ha apoyado y ha confiado en mí y en tantos otros. Me marcho con nostalgia y felicidad, y en mi cabeza, un millón de preguntas que quedan sin resolver pero estoy segura de que gracias a mis nuevos valores adquiridos me encargaré de resolverlas, y por ello quiero terminar preguntándole al señor Pérez Castell que, puesto que nosotros hemos aprendido tanto; la cuestión es:
    ¿ha aprendido usted algo?

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  2. Epistemologo:
    Siguiendo con el comentario de Beatriz, aunque este gran premio solo tenga un ganador, sabemos que cada uno gano un poco, yo por lo menos he aprendido a resolver mis preguntas más existenciales, como aquel chiste de Schopenhauer que todavía me deja meditando y agradecer a todos los que hicieron de patepollo algo tangible, será algo para el recuerdo, muchas gracias.

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  3. es patapollooooooooooooo

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